Gracias al escultor Manuel Garrido, Mohamed está entre el grupo de personas que dan forma a las carrozas que recorrerán el pueblo onubense. Tres años después de arriesgar su vida en una patera, este MENA (Menor Extranjero No Acompañado) se ha convertido en otro ejemplo más de superación.
Preparar una cabalgata requiere muchas horas de dedicación y bastante mano de obra. Por eso, Manuel se acordó de la Fundación Don Bosco, que lucha contra la exclusión social con proyectos como el de poner a disposición de empresarios como él a personas con ganas de trabajar… y con la necesidad de contar con quien les impulse.
«Me ofrecieron la posibilidad de un chico de origen árabe, muy jovencillo, que no tenía muchas nociones del trabajo. Respondí que no me importaba enseñarle lo que aquí hacemos: pintura decorativa, escultura, muchas cosas relacionadas con los volúmenes y con la creación artística. Y hasta ahora la verdad es que me va muy bien con él», responde, orgulloso, a NIUS.
Mohamed es tan buen empleado como reservado a la hora de hablar de su vida anterior, de su familia, de su pasado nada fácil. «Tiene un corpachón de un chaval de 19 o 20 años», nos cuenta Manuel Garrido, sorprendido porque el joven marroquí le reveló que, cuando aún vivía en su país, «con 14 años o con menos edad, ya trabajaba en el campo».
El responsable de poner a punto la cabalgata de Aljaraque, cuando conoció la historia de Mohamed, no pudo permanecer impasible, sin echar una mano a «un crío que se aventura y se lanza al mar en una patera, jugándose la vida…». Una cruda realidad, tras la que reflexiona: «pienso en lo acomodados que estamos en nuestra sociedad y la suerte que tienen nuestros hijos y nosotros mismos… Sobre todo, si pensamos lo cerca que tenemos el Estrecho y la cantidad de desgracias que allí ocurren».
El trabajo de la Fundación Don Bosco
La responsable de encontrar otra vida a Mohamed es la Fundación Don Bosco de Huelva, cuya directora es Tersa Borrero. Ella destaca que el joven «está muy entusiasmado» aprendiendo un oficio, antes de explicar cómo es el proceso con los menores: «Tras llegar en patera, los derivan directamente a los centros. Hasta que no cumplen los 16 años no están en edad pre-laboral, y es entonces cuando llegan a nosotros. Empiezan a participar en la escuela ocupacional, un proyecto que tenemos para jóvenes inmigrantes, con el que pretendemos que suban su autoestima, su motivación, que empiecen a confiar en grupos de personas, a conocer un país que desconocen…»
Una educadora social y un formador especialista guiarán a los inmigrantes, siempre buscando que «se reactiven y vean su potencial». «Cuando ellos ya dicen ‘sí puedo’, pasan a trabajar con los compañeros de Empleo (Andalucía Orienta) todo el tema de habilidades a través de talleres, con sesiones grupales e individuales. Ahí es cuando ya vemos al joven apto para el desempeño de unas prácticas».
Estos chavales, cuando siguen ahorrando, ayudan a otros que saben que han llegado en las mismas circunstancias que ellos», dice Teresa Borrero
Justo en ese momento está Mohamed, aprendiendo junto a Manuel y cobrando un sueldo por lo que está haciendo. «Estas prácticas, que son remuneradas, son el trampolín que a les permite demostrar su valía», afirma Teresa, «y les ayuda a generar unos ahorrillos pensando en un futuro«.
Ante la falta de recursos para meterse en un alquiler, cuando cumplen los 18 años lo normal es que pasen a pisos para ex tutelados. «Pero al menos ya tienen para poder pagarse sus gastos y también para enviar dinero a sus familias, que están en su país». Aunque lo que más le impacta a Teresa es que, «cuando siguen ahorrando, ayudan a otros chavales que saben que han llegado en las mismas circunstancias que ellos».
Gracias al esfuerzo de Mohamed, la cabalgata de Reyes Magos de Aljaraque lucirá con el mismo brillo de siempre. Incluso con un poco más, porque a ella ha contribuido un chico convertido en ejemplo por muchos motivos. Entre otros, el que destaca Manuel Garrido: «siempre que termina el trabajo pregunta ‘¿qué más puedo hacer?’. Tiene muchas ganas».