Aurora Domínguez y Carolina Quintana, técnica Incorpora de la Fundación Don Bosco, en el centro de la foto, con parte del equipo del Hotel Don Gregory
«He pasado de trabajar en lo que podía a trabajar en lo que me gusta»
El Hotel Don Gregory by Dunas necesitaba personal especializado y motivado para suplir diversas vacantes. Aurora, por su parte, buscaba una oportunidad laboral en algo que le apasiona: la hostelería. Hoy conocemos de cerca cómo, con la intermediación de la entidad Incorpora Don Bosco, ambos han cubierto sus necesidades y han potenciado la inserción laboral de colectivos vulnerables.
Desde ese momento la entidad del Grupo Incorpora Canarias y el hotel empezaron a trabajar en pro de la inserción laboral de personas en situación o riesgo de exclusión social. «Las técnicas nos facilitan candidatos y candidatas para cubrir varias de nuestras vacantes. Desde entonces, han estado pendientes tanto de la evolución como de las posibles necesidades de los mismos», explica la representante del hotel.
La empresa hotelera confiesa que han sido múltiples los beneficios obtenidos tras su colaboración con el programa Incorpora: «Estamos muy contentos de haber podido participar en la integración laboral de los participantes, de haberles brindado la oportunidad de adquirir conocimientos y destrezas mediante un proceso de formación continua en los distintos departamentos del servicio», comenta la maître y continua: «Reflejan un gran crecimiento profesional que, sin duda, creo que repercutirá directamente en su vida social».
De esta manera, además de conseguir personal cualificado en diferentes puestos, el hotel Don Gregory potencia sus políticas de responsabilidad social corporativa, así como su imagen de marca socialmente responsable. «Este tipo de colaboración contribuye al enriquecimiento personal y social, no solo de los participantes del programa Incorpora, sino también de las empresas», resume Mª Jesus.
La inserción de Aurora, todo un ejemplo de constancia e ilusión
Aurora fue una las personas derivadas desde la entidad para entrar en la plantilla del hotel y así es como la joven explica lo que ha obtenido: «He logrado, a parte de un empleo, formarme, adquirir una profesión que me encanta».
La inserción de Aurora ha sido solo una de las contrataciones que se han llevado a cabo mediante la Fundación Don Bosco, entidad Incorpora que ha diseñado un itinerario personalizado para cada usuario de acuerdo a sus necesidades y su experiencia previa. En el caso de Aurora, la satisfacción es máxima: «Me han dado el empujón que necesitaba. He pasado de trabajar en lo que podía a trabajar en lo que me gusta, a tener ilusión por aprender cada día más y sentirme orgullosa de lo que he logrado», confiesa satisfecha la joven.
La representante del hotel explica su visión: «En el caso de Aurora, estamos particularmente contentos porque su evolución ha sido enorme, su actitud ha sido siempre excelente, sigue implicada y manteniendo el interés por aprender todos los días»; y añade: «Hemos sido el puente que la llevará hasta donde quiera llegar».
Tras llevar unos meses en su nuevo puesto de trabajo, la joven agradece el apoyo recibido por parte de la Fundación Don Bosco, el programa Incorpora y, especialmente, a su técnica de referencia, Carolina Quintana, que ha sido quien la ha acompañado en todo el proceso: «La relación ha sido bastante fluida y desde Don Bosco siempre han estado disponibles cuando les he necesitado», explica Aurora sobre el acompañamiento recibido por parte de la entidad.
Ahora trabaja a jornada parcial en diferentes departamentos del hotel, donde confiesa aprender cada día: «Tengo muy buena relación con los compañeros. La verdad es que me encuentro muy bien aquí».
Antes, durante y después de la inserción laboral
Tanto en el caso de la empresa como de los usuarios que han conseguido la inserción laboral en el hotel, el seguimiento de las profesionales de la inserción de la Fundación Don Bosco ha sido constante. «La relación ha sido cercana, se han mostrado disponibles ante cualquier circunstancia y han realizado un seguimiento después de la contratación poco habitual», confiesa Mª Jesus.
El seguimiento tras la inserción de los usuarios en la empresa es otro de los secretos del éxito del programa Incorpora. De esta manera, los profesionales de la inserción se aseguran que todas las personas en riesgo de exclusión social tengan una buena adaptación al puesto de trabajo y que, en caso de necesitarlo, siempre tengan alguien de referencia a quien poder recurrir.
Siguiendo esta dinámica, se consiguen trabajadores satisfechos y seguros en su nueva situación social y laboral. Aurora lo resume así: “Me siento motivada y satisfecha con mi trabajo, atenta a todo lo que me puede aportar el desempeño de mi labor y a lo que puedo aportar yo a mi trabajo. Estoy orgullosa, ilusionada y agradecida por esta oportunidad”.